top of page

"Un evento eternamente suspendido"

                          "Que tengo ganas de ti"

 

Hoy tengo ganas, tengo ganas de que te dé la gana de mí. Y tú, tú sin ganas de nadie, mucho menos de mí. Echo a volar mi imaginación que está mucho más cerca de ti que ni "diuna" otra. Sé que no gano más que desganarme, desilusionarme, pero  así seguiré, amoroso. Buscaré que me ames aunque sea a duras penas, como un bruto, pero solo para que me ames a mí. Aunque sé sinceramente que te cansaras de mí,  que un día te cansarás de este y esto, porque todos nos cansamos de lo mismo, de ese mismo sonsonete de oreja, que se vuelve desinterés de amar, sin atracción, ese sentir que llega apenitas al corazón, ese a leve labios que siempre te dice "te amo" con toda la fuerza de un puñado de sentidos limitados de tercera dimensión. Pero a pesar de las desventajas, sé que el milagro existe, que siempre ronda por encima de la suerte y tú no eres más que un sorbo de la suerte misma esa, una mujer más necesitada de amor. Es por eso que aparezco una y otra vez con el sentimiento este de vivir queriendo estar en ti. Qué obsesión la mía, qué enfermedad compuesta, vacío de un alma pasajera que se empacha en esta vida cotidiana y se enfada de tenerlo casi todo, lo de unos y los otros, menos el amor tuyo, mujer.  Que tengo ganas de ti, porque cuando pasas a mi lado, se me da por sentirme amado, aunque no sea por este amor de vida breve. Hoy tengo ganas, tengo ganas de que te den las ganas de mí.

 

Sacado de: Un evento eternamente suspendido ©Jasp Galanier

                                   "La última noche"

 

Por fin me di a la sombra cegatona de tu ausencia, llegué llorando por el camino del pasado, sacudí el polvo de los momentos nuestros y te encontré otra vez sin saber aún quien eras. Me tragué un angustioso sorbo de saliva agria al descubrir que no eras tú aquella que sopló mi corazón alguna vez.  Eras esta, incomparable, indescriptible, sin figura alguna, estabas entre la nada y los vil pensamientos; te perdiste con las tuyas, las perras vagancias del momento. Habías, quien sabe cómo, desdibujado tu cuerpo y te hacías la tonta jugándote a querer. Yo, yo paré mi corazón para pensarte como hombre porque era para lo que tanto me querías, hombre insensible. Llegaste al mundo para representar a la mujer mundana de valses comerciales, a la mujer de patrocinios futboleros y amante de ser musa de Nerón. Bajé mi pantalón por primera vez inocentemente y sin culpabilidad para recordarte sin temor alguno que hay hombres verdaderos, que luchamos como guerreros desde ese mundo que tú siempre desconoces más allá de lujuria. Lo hice para llegar amando, para llegar a ti, pero qué desilusión fue la  mía otra vez más, qué desilusión  la mía que cuando salí me sentí acompañado y cuando llegué me sentí tan solo. Se fueron acabando las ganas de amar por los siglos de los siglos. Hoy tan solo sé que nos quedaba esa noche, y esa noche no fue la nuestra.

 

Sacado de: "Un evento eternamente suspendido" ©Jasp Galanier

                                                                             "Amor a muerte"

 

¿Qué hacías llorando justo en la entrada de tu ser? Llorabas tanto, tanto, que hasta el mar llegaron las corrientes de aquel tu río de lágrimas saladas. Estabas tan sola que ya no había ni una sola tan sola como tú, tan sola de ti sin alma. ¿Por qué elegiste buscarme así habiendo tantas formas mucho más etéreas y divinas, más sabias para llegar a la vida? Aún seguía la desesperante escena de verte atrapada en esa burbuja del tiempo y espacio, de tenerte tan cerca y querer avisarle a los vientos para que de un soplo te extirparan de ese horrible mundo. Quise soñarte de nuevo para sacarte de mí tan sufrida mente; quise llevarte dentro, a mi refugio de altares, llevarte y proteger tu alma de aquel corazón tan débil mío; quise bañar el horizonte con la furiosa lluvia  de un océano entero... Busqué toda la fuerza del misterio, la pasión del amor para salvar tu cuerpo en vida. La muerte fue victoriosa y te llevó a secas y sin mi amor. Porque el amor a veces queda anclado, y el mío quedó como vieja embarcación anclado sobre un océano de mentiras y libertinajes de otros. Ya  no habrá atardeceres mutuos; no habrá caminatas en sincronía; no habrá miradas borrosas que buscan un rostro a quien volverle a despertar; no habrá labios agitados por besos; no habrá milagro, ese milagro que sostiene a las almas en pena, que pasea a los cuerpos sin rumbo, que alimenta la pobreza del espíritu; ya no habrá sentido común; no habrá amor, de mí a ti amor, amor de amar a muerte.

 

Sacado de:  "Un evento eternamente suspendido" ©Jasp Galanier

 

   

                                                      "Manifiesto de un suicidio"

 

¿A qué no te atreves a cruzar la barrera del tiempo conmigo?, ¿a qué no te atreves? ¿A qué no te atreves a vivir un ataque cardíaco a mita y mita? ¿A qué no? ¿A qué no te atreves a cortarte las venas por mí?, ¿a qué no?, ¿a que no? ¡Qué nooooo! ¡No...! jo...! ¡No! ¡Que noooo! ¿A qué no te atreves quitarme el aire para respirárselo a otro en cama? ¿A qué no te atreves  a dejarme de amar? ¿A qué no te atreves a matarme para sentirte tuya? ¿A qué no te atreves fingirles mi ausencia? ¿A qué no? ¿A qué no? ¡Qué no! ¡No! ¡No! ¡Qué noojo! ¿A qué no te atreverás a sentirte sola cuando esté lejos? ¿A qué no te atreverás a vivir inseparablemente de mi pensamiento? ¿A qué no te atreverás a buscarme en otra vida? ¡A qué no! ¡A qué no! ¡Qué no! ¡No! ¡No! ¡Qué noooooooooo!

¿A qué no te atreves callarlo para siempre?

¿Sí?

 

Sacado de: "Un evento eternamente suspendido" ©Jasp Galanier

Compra la obra de relatos cortos aquí:

bottom of page